La recolección de datos en grandes terrenos de trabajo, como ocurre comúnmente en el caso de la minería, representa un gran reto por distintos factores. Primero, lo vasto del terreno representa en sí mismo un desafío para la medición, ya que los sensores estáticos requieren una infraestructura de comunicación costosa. También está la dificultad de adaptar la medición a las tareas de mayor importancia que se llevan a cabo en paralelo, con el objetivo de no interrumpirlas o enlentecerlas. De no considerar esto, se vería directamente afectado el desempeño de la operación y por lo tanto los resultados esperados de este. Adicionalmente, no todas las subáreas de una gran área de trabajo son igualmente prioritarias de ser medidas, por lo que la discriminación del tiempo dedicado a cada lugar específico también afectaría en la optimización del recurso de sensado.
Para todo lo anterior, se encontró que los robots autónomos móviles son una solución de bajo costo si consideramos la eficiencia de la recolección de datos en terreno. Esto ya que cuentan con la capacidad de fluir a través de largos espacios, ajustándose a las rutas mediante navegación automática. De esta manera pueden obtener información fina bajo condiciones similares, en un espacio de tiempo reducido. Esto disminuye radicalmente el margen de error. En el caso de los medidores estáticos, si bien de menor costo individualmente, se requieren varios para medir distintas áreas en condiciones similares. También está la opción de moverlos cada cierto tiempo, pero esta acción disminuye la confiabilidad de la medición, ampliando el margen de error en situaciones que muchas veces no nos lo podemos permitir. Igualmente sucede con los medidores aplicados por personas, los cuales varían notablemente según quien los opere. Por eficiencia o por certeza, son los robots móviles quienes lideran hace años en este campo.
Un ejemplo de este tipo de robots son los Rovers exploratorios enviados a Marte. Ellos reciben instrucciones simples y arman sus propias hojas de ruta, adaptándose a las prioridades de la misión y previendo posibles obstáculos. Esto le da al usuario un estimado del tiempo que demorará en recorrer el espacio indicado. De esta manera hemos podido obtener vasta información sobre el planeta rojo y lo más importante, sin arriesgar vidas humanas. En este sentido la capacidad de trasladarse adecuadamente se hace tan indispensable como los mismos sensores de recolección de datos finos, los que también son adaptables a las necesidades del usuario.
Los sensores pueden ser muy variados y en muchos casos podemos obtener imágenes a distancia o datos percibidos por sensores específicos a bordo del robot. Por eso se trata de un gran aliado, cada vez más indispensable en distintos rubros. El único límite es la autonomía y durabilidad del robot mismo, pero en cuanto a eficiencia y confiabilidad, no existe hasta el día de hoy un mejor partner.
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