Hola, soy Natalia, soy Ingeniera de Desarrollo Mecánico en Kinamics y si con esta introducción quedaste perdido/a no te preocupes, aquí te contaré lo que realmente hago en Kinamics y por qué para mi es tan fascinante.
Quizás la descripción más simple de una parte importante de mi trabajo, es constatar que lo que estamos imaginando tenga un sentido físico. Y no dudes que para lograr el resultado esperado, existen muchísimas opciones. Por ejemplo, si fuéramos a imaginar que vamos a levantar a un niño sentado sobre una tabla podemos tener la idea de rotar la tabla desde el extremo opuesto, pero para ello necesitaríamos un torque enorme y por lo tanto un motor bastante grande. Sin embargo, en lugar de eso, podemos poner un pivote en medio de la tabla y conseguimos un balancín, ahora podemos lograr el mismo efecto con una fuerza mucho menor en la punta contraria. Como una tercera opción, sí vamos más lejos y ponemos a un segundo niño como contrapeso al lado contrario, podemos mover al primero con casi nada de esfuerzo. Entonces podríamos decir que mi trabajo además de dar un sentido físico, tiene la misión de buscar la forma óptima para que el robot funcione de la manera que nos propusimos. Esto muchas veces significa mantener el robot lo más pequeño posible o al costo más bajo sin perder calidad y así muchas variables que consideramos a la vez.
Yo soy parte del equipo que explora todas esas alternativas, y me encargo de realizar los cálculos que nos permiten elegir la mejor de las opciones. Para ello necesito ocupar conceptos de dinámica de cuerpos rígidos en tres dimensiones, los que luego aplico apoyándome en herramientas como Inventor y Matlab.
Y aquí no es donde se terminan los cálculos complejos, porque una vez decidimos los mecanismos de movimiento y la estructura general de un prototipo, yo me encargo de ver su resistencia. Los cálculos de resistencia son la parte que asegura que un prototipo no se rompa apenas empieza a trabajar. Por ejemplo, en el caso del balancín, si fuéramos a escoger una tabla de plumavit, en lugar de una de madera, no conseguiríamos buenos resultados de ninguno de los tres experimentos mencionados anteriormente. Es por ello que los cálculos de resistencia suelen ser determinantes en la selección de materiales, la selección de elementos mecánicos y el tamaño final de un mecanismo.
Finalmente, parte de los cálculos de resistencia nos permiten definir el tiempo de vida. ¿la vida del robot? Pues sí, no es que esté vivo realmente, es que tiene un tiempo de funcionamiento de diseño, igual que los seres vivos. Para asegurar que el tiempo de vida del robot sea uno que nos permita obtener de él la mayor cantidad de beneficios, mi tarea es realizar cálculos de desgaste, de forma que podamos crear algo que no se dañe en la realización de sus labores a corto o largo plazo.
A veces asegurar su vida viene de la mano con asegurar su correcta utilización, y es por ello que, en conjunto con la selección de materiales y elementos, también es importante realizar un plan de mantenimiento. Estos planes son los que incluyen una programación de cambios de repuestos y limpiezas, que de cumplirse van a mantener al robot “sanito” con todas sus partes intactas y funcionando al 100% cada vez que se necesite.
Si todo esto suena como un montón de cálculos ¡es porque son un montón de cálculos! Pero mi fuerte está en la matemática del asunto, y esa es una gran responsabilidad que yo agradezco tener.
Natalia Jahn
Ingeniera de Desarrollo Mecánico
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